La farmacia Balvey
La Farmacia Balvey está formada por el mobiliario original, datado de 1780, encargo del farmacéutico Tomás Parés Catalán. Los muebles son de madera pintada, y presentan diferentes estanterías con armarios en los bajos y coronadas por un entablamento corrido que está a la vez sostenido por columnas, pintadas imitando marmoleados al igual que las puertas de los armarios. Se acompaña de dos armarios vitrina más y dos huecos o puertas que antiguamente daban acceso a la trastienda de la antigua botica. En medio se encuentra el mostrador de madera, sin pintar, aparentemente de cronología posterior y en parte mutilado.
El mueble de farmacia se encuentra equipado con más de 200 botes de cerámica, datados de 1827 según encargo y compra de Tomás Balvey Parés. Son puedes de estilo imperio, en forma de copa con pie alto y tapadera, y están decorados con una cartela rectangular en forma de colgaduras que contienen la inscripción resumida del contenido. Además de estos puedes también se conservan cerca de 20 botes cilíndricos, más grandes y con igual decoración, y frascos y frascos diversas, de cristal con etiquetas de la Farmacia Balvey. La mayoría de botes, frascos y recipientes conservan todavía las sustancias antiguas en su interior.
La farmacia se encuentra expuesta en la segunda planta, acompañada por luz original y otros elementos procedentes del laboratorio como balanzas, retortas, morteros, botellas y matraces, vasijas de cobre y equipos farmacéuticos.
Otros elementos antiguos así como buena parte del fondo documental de la farmacia fueron vendidos por Tomás Balvey Bas en 1927 en el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona. El conjunto que se conserva en Cardedeu estuvo en uso, ubicada en la avenida Rei en Jaume hasta el 1943. La farmacia completa se incorporó al fondo del museo gracias a un intercambio con las sobrinas de Tomás Balvey Bas, Ramona y María Balvey Sagrera por parte del Ayuntamiento en 1956, dos años después de la muerte de Tomás Balvey.